A unas pocas cuadras de distancia de la Catedral de Guadalajara, se encuentra el Santuario de la Virgen de Guadalupe, que recibió los restos de San Anacleto González y de San Miguel Gómez.
Primero estuvieron en un sitio al frente junto al altar donde una placa de marmol blanco lo señala, pero después fueron movidos a la capilla del Sagrado Corazón, en donde descansan sus restos, y en lo alto se pueden ver medallones con sus rostros. No tienen sus nombres, de modo que el visitante tiene que distinguir que el que está al lado izquierdo (no tiene bigote y es de cabello oscuro) es San Anacleto González, y el que está al lado derecho (con barba y bigote de cabello claro) es San Miguel Gómez.
Esta capilla solo se abre al visitante 3 horas al día, de 9 a 12 cuando está expuesto el Santísimo.